El Principio de
Procedencia
El
principio de procedencia es aceptado universalmente es reconocido como el
principio fundamental de la archivística
y otorga las bases para que la disciplina archivística se desarrolle y
adquiera la seriedad que su autonomía le requiere. Anteriormente, los
documentos eran manejados como colecciones en asuntos o materias, igual que en
las bibliotecas, buscando su utilidad para la investigación.
Gracias
a que el conde Duchatel emitió un reglamento en el que se estableció un esquema
de agrupación para los documentos respetando su procedencia y organizándose de
acuerdo a la oficina que los generaba nace el concepto de fondo del documento.
En
Prusia a partir de una serie de reglamentos aprobados, los funcionarios de los
archivos y promovidos por por H. Von
Seybel , establecieron el Principio del
Orden Original de los documentos, deben proceder de acuerdo con el origen de
sus partes constituyentes. Asimismo debe respetarse que el orden de los
documentos de acuerdo la oficina registradora de la dependencia y no por
asuntos o materias, establece que los documentos deben mantenerse clasificados
de acuerdo a las acciones desarrolladas por la entidad o a sus propósitos.
Los
holandeses Samuel Muller, J.A. Feith y Robert Früin publicaron en 1897 el
Manual para la organización y descripción de archivos, en el que manifestaron
la importancia para el desarrollo del principio de procedencia y que contiene
normas específicas para la ordenación de los documentos, establece que el
sistema de ordenación debe basarse sobre el arreglo original de la oficina
registradora misma que refleja la organización del cuerpo administrativo que
los produjo.
Insiste
en la necesidad de mantener el orden original puesto que el documento es creado
por la consecuencia lógica de la organización de la dependencia, el archivista
debe conservarlo y en su caso restablecerlo o reconstruirlo.
El
principio de procedencia fue establecido como una regla básica de la profesión
archivística en 1910, en el primer congreso celebrado para archivistas y
bibliotecarios en Bélgica, fue aceptado en toda Europa.
De
ahí pasó a Estados Unidos En donde Waldo G. Leland decía que debía adoptarse el
manual holandés porque los archivos y documentos de ese país no estaban
organizados de acuerdo con su origen, por lo que no reflejaban el procedimiento
por el que habían surgido, al estar organizados podrían mostrar de donde
provenían, mantenerse organizado, conservar su historia, lo que se da de una
manera muy natural por las funciones y la organización de la dependencia.
Elio
Lodolini, prefiere expresarlo como respeto al orden original de los documentos
basándose en que cuando se empezó a utilizar este término fue para no mezclar
los documentos pertenecientes a fondos diferentes. Aunque acepta que el
principio de procedencia y el orden original pueden ser utilizados en un mismo
contexto.
Varios
autores destacan que la principal ventaja es que el orden natural ayuda al
usuario a conocer el documento en su totalidad, el mantener el orden natural es
económico, ahorra tiempo y trabajo, da como resultado un conjunto más fácil de
administrar, de conservar y de utilizar como fuente de consulta y valor
testimonial.
La
documentación debe mantenerse en el archivo administrativo o privado al que
pertenece, el orden natural que tuvo al producirse, debe conservarse en el
archivo institucional o privado al que naturalmente pertenece y con el orden que tenía cuando fue
producida.
Llevar
a cabo una clasificación en la que se dividen y separan por clases, grupos,
series derivados de un fondo. Para integrar un todo, para que nuestro archivo
sirva como testimonio e información para
la persona e institución que los produce, para los ciudadanos o para servir
como fuente de historia e investigación.
Evitar
sobre todo la desorganización del archivo dado que reconstruir un archivo es
una tarea complicada puesto que el archivista quien para reconstruirlo
debe conocer la historia interna de la
institución, las variaciones las competencias partiendo de documentos que
podrían estar incompletos.
Para
terminar debemos decir que la aplicación del Principio de Procedencia es una
tarea que podemos seguir de una manera práctica y que se complementa con el
Principio del Orden Original del documento en lo que se refiere a mantenerlos
por su entidad de origen, puesto que los
archivos nacen obedeciendo a factores propios de las funciones y estructuras de
las instituciones o personas que los crean, es un proceso natural de las
estructuras como una forma y condición para el ejercicio de ciertas
actividades, los documentos surgen con una finalidad bien definida de
administrar las acciones encaminadas al logro de objetivos.
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Organización de Archivos. Archivo General de la Nación.
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por última vez 13 de mayo de 2016.
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Cruz
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Villanueva
Bazán Gustavo. Teoría y Práctica
Archivística. Cuadernos del Archivo
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